viernes, 30 de enero de 2009


Cuando ella se enamoro,

no pensó que el corazón,

era rojo para siempre,

siempre era rojo,

rojo por siempre no,

no lo pensó,

el corazón,

y lo guardo en un rincón,

sin saber si un día el sol,

le daría otros colores,

otros colorees,

otro color,

un día el sol no lo pensó.

Se despertó un día al sentir,

su latir como un tambor,

que llamo de muy adentro,

como un lamento,

presentimiento de algún temblor,

como un tambor,

como un temblor,

entonces el cielo cambio,

se volvió menos azul,

y ella vio que los colores,

no eran amores,

que los dolores de corazón,

bien rojos son,

bien rojos son,

del corazón,bien rojos son.

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